Metáfora de la empatía

 Cuando plantas una lechuga, si no crece bien no echas la culpa a la lechuga. Intentas encontrar las razones por las que no está creciendo correctamente. Puede que necesite fertilizante, o más agua, o menos sol. Nunca le echas la culpa a la lechuga. Sin embargo, cuando tenemos problemas similares con nuestros amigos o familiares solemos echarles la culpa. Pero si sabemos cómo cuidar de ellos, crecerán bien, como la lechuga. Culpar al otro no tiene ningún efecto positivo, y tampoco lo tiene el intentar persuadir usando razones o argumentos. Esa es mi experiencia. No culpar, no razonar, no argumentar, solo comprender. Si comprendes, y demuestras tu comprensión, puedes amar, y las cosas pueden cambiar.


Tiene mucho sentido esta metáfora porque con las personas no actuamos igual que con las plantas. Ante el problema de la lechuga buscaríamos una solución, jamás se nos ocurriría culpar a la "lechuga". Curiosamente con las personas nos actuamos igual. Consideramos que si alguien molesta o se porta mal es porque quiere. Supongo que en este caso tiene mucho que ver la familia, la circunstancia, y todo lo que rodea al alumno. En este sentido, es interesante ponerse en los zapatos de otro, desarrollar la empatía.